La Vida No es una Lucha, es Creación Constante


Trasciende tu pensamiento de Lucha


Enfrentamiento, disputa, esfuerzo, pelea, competencia, conflicto… ¿Qué palabra engloba todo esto y usamos casi a diario? Lucha.


Cuando pronuncias la palabra lucha, estás programando tu mente para sufrir, para que cualquier esfuerzo parezca arduo. Crees estar luchando contra el exterior para cambiar aquello que no deseas, pero en realidad estás luchando contra ti mismo. 


Cada vez que repites "debo luchar", ignoras tu propio potencial.


¿Qué estás atrayendo a tu vida al usar esta palabra? Situaciones que te obligan a luchar, creando un bloqueo mental porque eso es lo que decretas constantemente.


Cuando dices: "La vida es una lucha", necesitas experiencias y personas que refuercen esa creencia: obstáculos que superar, conflictos que enfrentar. En esencia, la lucha genera separación, miedo, ansiedad e inquietud ante las circunstancias.


Sabemos que creamos nuestra realidad a través de pensamientos, emociones y palabras. Si la palabra lucha genera dificultades, es evidente que no nos beneficia.


¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir: "Mi vida ha sido una lucha constante"? Esa realidad fue creada inconscientemente, alimentada por pensamientos, emociones y palabras que respondían a creencias limitantes.


Desde siempre, se nos ha enseñado que vivir implica sufrir, que para alcanzar algo valioso hay que padecer, que para amar debemos experimentar dolor. 


Estas ideas erróneas proyectan en el exterior las dificultades que después enfrentamos, duplicando el esfuerzo y llevándonos, en muchos casos, a la frustración.


Pero todo cambia cuando comprendemos el poder de nuestros pensamientos, emociones y palabras. Entonces nos damos cuenta de que la vida no es luchar ni sobrevivir. 


La vida es vivir, amar, crear, fluir, unificar. Es entregarse, participar, aprender y disfrutar.

¿Dónde crees que están los bloqueos?

¿En la vida o en tu mente?

Nada te ataca salvo tú mismo. Nada te obliga ni te limita más que tus propias creencias. Si quieres dejar de sentir la "necesidad de luchar", libérate de las cadenas mentales que arrastras. Es ahí, en tu mente, donde nacen los miedos, los enfrentamientos, los bloqueos y los conflictos.


No hay nada contra lo que luchar.


La lucha ha sido el medio que la humanidad ha usado para abrirse camino en un mundo lleno de desafíos. Nos enseñaron que no existía otra forma. 


Y al observar el caos actual —un mundo que parece desencajado, revuelto, como un rompecabezas desarmado—, es fácil creer que la lucha es inevitable.


Nos inculcaron que la vida es sufrimiento, y nos quedamos atrapados en esas creencias, sin permitirnos explorar nuevas maneras de vivir. Pero, afortunadamente, el conocimiento está emergiendo. 


Hoy entendemos que para crear la realidad que deseamos, debemos empezar desde dentro.


Todo cambio comienza en nuestro interior


No es un concepto nuevo, siempre hemos funcionado así, aunque de manera inconsciente. Nuestras palabras, emociones y pensamientos siempre han moldeado nuestras experiencias, atrayendo personas, situaciones y circunstancias.


Se nos educó en el miedo:
  • Miedo a cómo nos ven.
  • Miedo a perder el amor de nuestros seres queridos.
  • Miedo a la muerte, a los dioses, a la violencia.
  • Miedo a perder lo que conseguimos o a ser nosotros mismos.

Pero si sabemos que somos energía y que las emociones tienen vibraciones que crean realidades, ¿te imaginas lo que hemos estado generando al vibrar constantemente en miedo y desconfianza?


Esto ha fomentado la separación y el enfrentamiento. Basta mirar al mundo y a la humanidad para verlo.



La transformación empieza contigo

El cambio no está fuera; está dentro de ti. A medida que rompes viejas estructuras mentales, empiezas a accionar tu vida de forma constructiva.


Sí, romper estas creencias puede ser intimidante, porque nos hicieron temer lo desconocido y aferrarnos a lo familiar, aunque sea duro. 


Pero recuerda: todo lo que parece desmoronarse es parte de una evolución.


Habrá quienes deseen aferrarse a las antiguas formas, y eso está bien. Cada persona tiene su propio proceso según lo que necesite aprender, enseñar o experimentar.


Si eliges luchar, esa será tu elección. Pero recuerda: no luchar no significa dejar de actuar. Significa actuar con conciencia, creando primero en tu mente la realidad que deseas vivir.


Crear en lugar de luchar

Cuando eliges crear, abres un mundo de posibilidades. Si no estás de acuerdo con algo, no enfoques tu energía en el conflicto. En lugar de eso, visualiza y crea las circunstancias que deseas.


Luchar implica resistencia, defensa, separación. Crear significa confiar en tu potencial y trabajar desde tus talentos y habilidades para materializar tus sueños. No es luchar, es construir con entusiasmo y pasión.


El cambio ocurre cuando dejamos de hablar y pensar obsesivamente en las circunstancias que no nos gustan y nos comprometemos a diseñar nuevas experiencias. Y este proceso puede ser aún más poderoso cuando colaboramos con otros.


La unificación potencia la creación

La vida es un constante acto de creación, impulsado por el entusiasmo, la certeza y la fe en ti mismo. El ego, impulsado por el miedo, lucha. 
El ser, guiado por el corazón, crea.

¿Qué eliges tú?


(Montse y Javi de Serena Tu Mente)



Publicar un comentario

0 Comentarios