No estás sola.
Nunca lo estuviste.
En tus células viven sus historias.
En tu sangre cantan sus rezos olvidados.
En tu voz tiembla el eco de lo que no pudieron decir.
Pero hoy…hoy algo cambia....
Hoy una llama se enciende dentro de ti
y te conviertes en lo que el linaje estaba esperando:
Una mujer que transmuta el dolor heredado
y que elige el amor que todo lo sana.
Tú, que sientes el llamado sin palabras, eres el puente entre lo que fue y lo que puede renacer.
Al elegir no repetir la historia, al cortar el ciclo con amor…no solo sanas tu historia.
⇒ También liberas memorias de tu madre
⇒ Acaricias y sanas las heridas de tu abuela
⇒ Y tomas de la mano a todas las mujeres que vinieron antes de ti, mostrándoles una nueva posibilidad.
Perdonas y disuelves sin olvidar quién eres.
Agradeces sin cargar con lo que ya no es tuyo.
Honras sin traicionarte, cortando la lealtad oculta.
Porque sanar el linaje femenino no es rechazar lo que fue,
es bendecirlo desde una conciencia más amplia.
Es decir: “Gracias por llegar hasta aquí. Ahora yo elijo mi paz, mi camino, mi mision, con amor, con fuerza y con alas.”
Y al hacerlo…
⇒ Despiertan las mujeres sabias dentro de ti.
⇒ Se rompen pactos de silencio y sumisión.
⇒ Se cierran heridas antiguas con oro líquido de compasión.
Hoy te reconcilias con la vida.
Y al abrazarte a ti misma, abrazas también a todas ellas, devolviéndoles con amor...su libertad.
Sanar el linaje femenino es un acto de amor transformador. Amor que libera lo que fue prisión…
y abre un portal, un nuevo camino a la nueva generación que vendrá.
Al elegir no repetir la historia, al cortar el ciclo con amor…no solo sanas tu historia.
⇒ También liberas memorias de tu madre
⇒ Acaricias y sanas las heridas de tu abuela
⇒ Y tomas de la mano a todas las mujeres que vinieron antes de ti, mostrándoles una nueva posibilidad.
Perdonas y disuelves sin olvidar quién eres.
Agradeces sin cargar con lo que ya no es tuyo.
Honras sin traicionarte, cortando la lealtad oculta.
Porque sanar el linaje femenino no es rechazar lo que fue,
es bendecirlo desde una conciencia más amplia.
Es decir: “Gracias por llegar hasta aquí. Ahora yo elijo mi paz, mi camino, mi mision, con amor, con fuerza y con alas.”
Y al hacerlo…
⇒ Despiertan las mujeres sabias dentro de ti.
⇒ Se rompen pactos de silencio y sumisión.
⇒ Se cierran heridas antiguas con oro líquido de compasión.
Hoy te reconcilias con la vida.
Y al abrazarte a ti misma, abrazas también a todas ellas, devolviéndoles con amor...su libertad.
Sanar el linaje femenino es un acto de amor transformador. Amor que libera lo que fue prisión…
y abre un portal, un nuevo camino a la nueva generación que vendrá.
(Escrito por Montserrat y Javier de Serena tu Mente)
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Compártelo desde el corazón, como una semilla que puede florecer en otra alma que también esté lista para recordar.
No lo compartas por viralidad, sino por vibración.
Porque cuando algo nace desde la verdad, su eco llega justo donde debe llegar.
Gracias por ser canal. Gracias por expandir. ❤️
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