Mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer una sentencia que nace del germen del miedo

Renovando el Rumbo: Abrazando el Poder de la Exploración

"Mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" es una sentencia que, si bien fue un pilar en tiempos pasados, ya no halla su lugar en nuestra era. 

Esta antigua creencia, tejida con hilos del pasado, nos confina, nos aferra a lo familiar y nace del germen del miedo.

En los confines de este nuevo amanecer, hemos descubierto la destreza que yace en nuestro interior. Ahora comprendemos que somos artífices de nuestra propia realidad, forjadores de objetivos, arquitectos de metas, tejedores de circunstancias. 

Nos sumergimos en el arte de la visualización, revestimos con emoción nuestros pensamientos, y trazamos con nuestras virtudes el sendero hacia nuestras aspiraciones.

La ecuación se simplifica: Querer equivale a Poder. Creer conlleva a Crear. Buscar desemboca en Encontrar. El estancamiento en lo que ya conocemos, en lo que alguna vez fue "malo", nos restringe el crecimiento, nos veda el sendero hacia la evolución.

Nuestro mundo interior bulle con potencial ilimitado. Cada pensamiento, cada emoción enraizada en nuestras visiones, actúa como semilla que germina en la realidad. 

En esta fase de expansión, en este capítulo de autodescubrimiento, persistir en lo conocido, aunque sea lo "malo", nos priva de descubrir el vasto territorio de posibilidades que se extiende ante nosotros.

El lema es la renovación. En cada alba, en cada inspiración, abrazamos la certeza de que nuestra capacidad para evolucionar trasciende fronteras. Las antiguas sombras del temor se desvanecen ante la luz del empoderamiento.

La senda de lo desconocido, lejos de ser un abismo amenazador, se transforma en un sendero radiante de posibilidades. 

Con cada paso en esta dirección, nos deshacemos de las cadenas del pasado, nos liberamos del yugo que intenta retenernos. En este nuevo paradigma, la exploración es el faro que guía, la curiosidad es el viento en las velas.

En este viaje hacia lo inexplorado, nos transformamos en alquimistas de nuestra propia existencia. Dejamos atrás las limitaciones impuestas por el antiguo dicho y abrazamos la verdad inherente: lo "malo" conocido no puede compararse con lo "bueno" por conocer. 

Cada paso en esta dirección nos permite fluir con la corriente de la evolución, danzando en armonía con la sinfonía del cambio.

(Montse y Javi de Serena Tu Mente)

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