El Encanto y la Sabiduría de las Edades


El Encanto y la Sabiduría de las Edades

Las edades viven en una dimensión atemporal, cada una de ellas guarda un tesoro de sabiduría. 


El cuerpo las experimenta una a una en un tiempo lineal, por eso tenemos la impresión de que envejecemos, pero en realidad los átomos que componen nuestro cuerpo no lo hacen; este proceso permite que disfrutemos de distintos ritmos en una sola vida ... forma parte de la sabiduría de las edades.


Las edades constituyen una estrategia de la conciencia para tener distintas perspectivas de la vida. Todas aportan su propia mirada, que está siempre disponible sea cual sea nuestra edad física. La conciencia ha dotado a cada edad con su propia sabiduría.


Podemos, independientemente de nuestra edad física, hacer uso de todas las edades en nuestra vida cotidiana, una herramienta muy poderosa para resolver problemas que hemos arrastrado durante mucho tiempo.


La sabiduría de las edades es un potencial al que ahora todos tenemos acceso, tan solo hay que aprender cómo hacerlo.


Las edades no son sólo lo que vemos a simple vista, detrás de cada una hay una sabiduría otorgándoles sentido. Tampoco desaparecen cuando el cuerpo físico cambia para dar paso a la siguiente edad. 


Tener esto en cuenta es imprescindible para reconocer los potenciales que cada una de ellas pone a nuestra disposición. 


Un educador ha de saber ver esos potenciales en el hijo o en el alumno, por eso sumergirse en la sabiduría de las edades y comprenderla es un auténtico tesoro pedagógico. 


Pero también tiene una gran utilidad para quien no ejerce de educador, pues le posibilita disponer en su propia vida de la sabiduría de todas las edades. 


Como el adolescente que encarnamos no ha muerto.-no ha aparecido su cadáver-descubrir en nosotros la sabiduría que le es propia nos puede ayudar también a desatascar viejos problemas... la mirada del adolescente puede ser muy sabia.


La adolescencia no es sólo el paso de una edad a otra es, en sí misma, un período de la vida con pleno sentido, un tesoro que muy pocos han descubierto. 


El fuego que representa es muchas veces apagado por una educación que no valora la gran oportunidad que, para la formación de la persona, lleva consigo esta edad.


Entender la adolescencia es sobre todo sentirla, para ello el educador debe aprender a hacer florecer la suya. 


Para unos padres o un profesor educar a un adolescente en los tiempos actuales es todo un reto; hemos pasado del autoritarismo a la sobreprotección, los dos polos de una misma mirada, que no apunta al desarrollo del pleno potencial de los hijos y de los alumnos.


Todas las edades tienen su sabiduría; la de la adolescencia es una gran oportunidad para conseguir que nuestros hijos y alumnos aprendan a sentirse los creadores de su vida, el mejor regalo que un educador puede dar.


Carlos González 



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1 Comentarios

  1. Anónimo2/20/2012

    Todas las edades están dentro de nosotros, me encanta ésta publicación, debemos tener conciencia que cada edad tiene su encanto y su sabiduría y a través de todas nos vamos enriqueciendo. Gracias de corazón por vuestra labor

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