El panorama actual nos muestra cómo, a pesar de las circunstancias adversas que enfrentamos como seres humanos, seguimos repitiendo una y otra vez los mismos patrones mentales que nos sumergen cada vez más en la esclavitud y el sufrimiento.
Nuestros dirigentes, supuestamente elegidos por el pueblo, no están cumpliendo con su deber de manera honesta, lo cual es evidente en su pésimo desempeño.
A pesar de ello, seguimos permitiendo su permanencia en el poder, como si no existieran alternativas más viables.
Los medios de comunicación mantienen y refuerzan el status quo, y lamentablemente, muchos de nosotros aceptamos esta realidad sin cuestionarla, perpetuando así el ciclo de la manipulación y la ignorancia.
La resistencia al cambio es inherente a la naturaleza humana. Nos aferramos a lo conocido, aunque sea oscuro y obsoleto, y nos resistimos a explorar nuevas posibilidades y alternativas que podrían ser mejores y más beneficiosas para todos.
Quienes ostentan el poder han aprendido a manipularnos, aprovechándose de nuestras emociones y miedos para mantenernos confundidos, divididos y sumisos.
En este estado de discordia, hemos cedido nuestra libertad y poder, permitiendo que otros decidan por nosotros y escriban nuestro destino, mientras ignoramos la verdad y la realidad que nos rodea.
Es momento de detenernos y reflexionar. ¿Realmente creemos que esta vida de esclavitud es lo único posible para nosotros?
¿No reconocemos el inmenso potencial que reside en nuestro interior y nuestra capacidad para crear algo nuevo y diferente?
Hemos priorizado la posesión material y la seguridad externa sobre nuestro propio ser, permitiendo que nuestros egos y miedos sean amplificados por diversas influencias externas.
Hemos entregado nuestro conocimiento, poder y soberanía a unos pocos, creando así a los tiranos que nos gobiernan. Pero es hora de despertar y tomar conciencia de nuestra verdadera naturaleza y potencial.
La vibración de miedo e inseguridad que hemos permitido que nos domine es el caldo de cultivo perfecto para la manipulación y el control por parte de aquellos que buscan mantener el status quo.
Es necesario comprender que el cambio real comienza dentro de cada uno de nosotros. Debemos ser íntegros y coherentes en nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones, y dejar de buscar fuera lo que reside en nuestro interior.
La verdadera transformación solo ocurrirá cuando nos unamos y cooperemos mutuamente, priorizando el propósito común sobre los intereses individuales y partidistas.
Es hora de escuchar a nuestro corazón y seguir nuestra intuición, permitiendo que nos guíen hacia un nuevo mundo donde el equilibrio y la armonía sean la norma.
Si nos aferramos a la queja constante y no hacemos cambios reales en nuestro interior, seguiremos atrapados en el mismo ciclo de dependencia, lucha y supervivencia.
Cerrar la puerta a nuestro potencial es un acto de suicidio hacia nuestra verdadera naturaleza libre. Es hora de despertar y abrazar el cambio con valentía y determinación.
(Montse y Javi de Serena Tu Mente)
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