SUELTO MIS APEGOS
Suelto mis apegos
Empiezo a vivir
El aire que respiro
Me hace sonreír
Dejo atrás las sombras
Puedo ver el sol
Siento la esperanza
Voy en ascensor
Viviendo libre
Nada va a parar
Mi corazón canta
Empieza a brillar
Todo es nuevo ahora
Se abre el horizonte
Encuentro mi camino
Sin mirar adónde
Dejo atrás las sombras
Puedo ver el sol
Siento la espera
No dejo de creer
Viviendo libre
Nada va a parar
Mi corazón canta
Empieza a brillar
Dejo atrás las sombras
Puedo ver el sol
Siento la esperanza
Voy en ascensor
Viviendo libre
Nada va a parar
Mi corazón canta
Empieza a brillar
Todo es nuevo ahora
Se abre el horizonte
Encuentro mi camino
Sin mirar adónde
Todo es nuevo ahora
Se abre el horizonte
Encuentro mi camino
Sin mirar adónde
Viviendo libre
Nada va a parar
Mi corazón canta
Empieza a brillar
Todo es nuevo ahora
Se abre el horizonte
Encuentro mi camino
Sin mirar adónde
Sé que hay tropiezos
Pero sigo en pie
Construyo mi destino
No dejo de creer
Viviendo libre
Nada va a parar
Mi corazón canta
Empieza a brillar
Todo es nuevo ahora
Se abre el horizonte
Encuentro mi camino
Sin mirar adónde
Sé que hay tropiezos
Pero sigo en pie
Construyo mi destino
No dejo de creer
MÚSICA GENERA CON I.A
Suelto mis apegos y empiezo a vivir
He llegado a un punto en mi vida donde me doy cuenta de cuánto peso innecesario he estado cargando. Mis apegos, esos lazos invisibles que me atan a lo conocido, han sido una fuente de seguridad, pero también una barrera que me impide avanzar.
Son esos objetos, personas, creencias y expectativas que me han dado un falso sentido de estabilidad. Pero hoy decido soltarlos.
Desde lo más profundo de mi ser, sé que soltar mis apegos no es una renuncia, sino un acto de liberación. Me abro a la posibilidad de vivir de una manera más auténtica, sin el miedo a perder lo que no puedo controlar.
Al soltar, me permito confiar en el flujo natural de la vida, sabiendo que lo que realmente necesito vendrá a mí en el momento adecuado. Y si algo o alguien se va, comprendo que su tiempo en mi vida ha cumplido su propósito.
En mi día a día, esta decisión de soltar se refleja en cómo enfrento cada momento. Me doy cuenta de que al liberar mis apegos, puedo vivir con mayor ligereza. Ya no me aferro a cómo "deberían" ser las cosas; en su lugar, acepto lo que es, con gratitud y apertura.
Entiendo que no puedo controlar todo, y que en la incertidumbre está la verdadera libertad. Al soltar, empiezo a vivir.
Esto no significa que deje de amar, soñar o trabajar con pasión. Simplemente, he aprendido a disfrutar de todo ello sin necesidad de aferrarme, sin depender de estos aspectos externos para mi felicidad.
Amar se convierte en un acto libre, sin expectativas; trabajar, en una expresión de mi ser, y enfrentar los desafíos, en una oportunidad para crecer.
Al soltar mis apegos, también me libero de la prisión del pasado y la ansiedad del futuro. Me encuentro en el presente, aquí y ahora, donde la vida realmente ocurre.
Descubro que, al soltar, abro espacio para lo nuevo, lo inesperado, lo que realmente me permite crecer y evolucionar. En este estado de apertura y libertad, empiezo a vivir plenamente, sin ataduras, simplemente siendo.
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