¿En qué momento dejamos de conversar con la inteligencia de nuestras células?



¿En qué momento dejamos de conversar con la inteligencia de nuestras células?


¿Cómo recuperar esa relación sagrada para activar la regeneración del cuerpo?


¿Te has detenido alguna vez a escuchar a tu cuerpo… de verdad?


Me refiero a escucharle como escucharías a una sabiduría antigua, a un guardián que ha estado contigo desde el principio, susurrándote claves, soluciones, posibilidades… esperando que lo mires, que lo reconozcas, que vuelvas a conversar con él.


En algún momento —nadie sabe bien cuándo— dejamos de hacerlo. Dejamos de hablar con nuestro cuerpo como si fuera un aliado, y comenzamos a tratarlo como un objeto a corregir, forzar, resistir o silenciar. 


Entregamos el poder de su sabiduría a lo externo: pastillas, diagnósticos, herramientas frías que a menudo ignoran su lenguaje interior.


Pero el cuerpo… nunca dejó de hablar.....Y ahora nos está llamando de vuelta.


El cuerpo es una conciencia viva

Tu cuerpo no es una máquina.
No es una suma de piezas que envejecen, fallan y caducan.


Tu cuerpo es una conciencia viva, multidimensional, que guarda en cada célula el recuerdo de su forma perfecta.

En cada hueso, en cada fibra, existe la información original que le dijo una vez: “Sé”.
Y lo fue.


Esa inteligencia celular no desapareció. Solo quedó en pausa, esperando que volvieras a hacerle una pregunta: “¿Cómo estás?”


¿Dónde se esconde esa sabiduría?

En lugares que no vemos con los ojos, pero que sí sentimos con el alma:

En el ADN etérico, (una especie de “código fuente” más allá del ADN físico).


En la red energética que recorre tu cuerpo sutil como un río de luz. una especie de arquitectura energética donde cada parte del cuerpo tiene su huella perfecta.


El cuerpo de luz (o Merkaba), que sostiene la plantilla original donde aún está la versión íntegra de ti: sana, viva, expandida.


Y también… en la mente subconsciente, donde habita el poder de la creencia y el límite que la mente le impone al cuerpo. 


En la voz interior que muchos llamamos intuición… y que es la traducción directa de esa inteligencia profunda.


EXPLOREMOS JUNTOS ....

¿Podemos regenerar un diente roto desde la bioenergía y la memoria celular?


Tal y como hemos dicho, el cuerpo humano es un campo de conciencia inteligente que contiene la información original del diseño perfecto de cada órgano, tejido, célula… incluidos los dientes.


Cuando se forma un diente en la infancia, las células madre dentales se activan por un impulso biológico, pero también por una señal energética del alma: “Es momento de que brote un diente para expresarme en el mundo”.


Ese impulso original sigue ahí. No se ha perdido. Lo que sucede es que hemos dejado de conversar conscientemente con ese plano de inteligencia celular.


Buscamos solucionar el problema en el exterior. El dentista nos dice: “El cuerpo no puede regenerarlo. Hay que poner algo externo.” ...... Y lo aceptamos.


Pero… ¿es verdad que no se puede?
¿O es simplemente que ya no recordamos cómo activar esa memoria de regeneración?



Volver a conversar con tus células

La clave no está en “ordenarle” al cuerpo que se regenere.
La clave está en sintonizar con él, en recordar que es una conciencia viva que colabora contigo y tu con ella.


Cuando recuperas esa comunicación, algo mágico ocurre:
El cuerpo comienza a responder.




¿Cómo podemos activar esa memoria para regenerar un diente?


Reprogramar la creencia colectiva

 “
Los dientes no se regeneran”. Esa idea es como una muralla. Cuando toda una sociedad afirma que algo no puede hacerse, se crea un “campo cerrado” que lo limita.


Sugerencia: Crea una afirmación como,
“Mi cuerpo recuerda cómo regenerar mis dientes, y ya está activando esa sabiduría.”


Repite esto desde un estado de conexión profunda, no como mantra mecánico, sino como decreto vibracional.


Activar la plantilla original desde el corazón


Hemos dejado de vivir “dentro” del cuerpo y ahora lo observamos como algo ajeno, algo que se gestiona desde fuera, buscando algo o alguien que nos ayude a "sanar" la anomalía que se ha producido.


Piensa que el corazón es el puente entre lo físico y lo sutil. Desde un estado de coherencia cardíaca (como el que se logra con respiración rítmica), puedes “ver” tu diente regenerado en el ojo interno.


Visualiza el diente roto como si fuera una semilla dormida que empieza a recordar su forma original.
Hazlo como si ya hubiese ocurrido. Siente gratitud por esa regeneración, como si ya estuvieras mordiendo algo crujiente con él.


Comunicarte con tus células madre

Como almas encarnadas, somos parte activa de nuestra biología. Pero nos enseñaron que el cuerpo “hace lo que puede”… y no que tú puedes hablarle y activarlo.


Las células madre no son solo materia, son conciencia en forma de potencial puro.


En estado de meditación
, lleva tu atención al área dental y haz una llamada interna a tus células madre dentales, diles:


Queridas células madre “Reconozco vuestra presencia. Estoy lista/o para colaborar. Volvamos a crear lo que una vez fue.” 


Volver al punto de origen

¿Qué pasaría si, en lugar de mirar el diente roto con resignación, te acercaras a él como un recuerdo dormido que puede despertarse?


Y si te sentaras en silencio, respiraras hondo y dijeras:
“Querido cuerpo… sé que sabes cómo devolverle la forma a este diente. Muéstrame cómo apoyarte...Yo te sigo”


Espera. No corrijas, no pienses.
Solo escucha. Puede venir una imagen, una sensación, una palabra.....No juzgues lo que llegue.


Déjate llevar....Quizás sientas el deseo de Visualizar cómo el cuerpo comienza a organizar su energía para reparar....Sigue tu instinto.... 


Agradece. Aunque no hayas “sentido” nada. Solo con abrir el canal, ya se inició el diálogo....


Usar frecuencias bioenergéticas

El sonido y la luz son herramientas directas de activación.
Frecuencias como 528 Hz (la frecuencia del ADN) o 432 Hz pueden usarse para crear un entorno vibratorio favorable.


También puedes utilizar códigos lumínicos, símbolos (como geometría sagrada) sobre el área de la mandíbula, intencionando que activen la regeneración.


Pedir colaboración a tu yo superior

Tu cuerpo físico es el templo del alma, pero el yo superior guarda el mapa completo del cuerpo multidimensional.


Puedes hacer una práctica de conexión en la que digas:
Querido Yo superior..., activa en mi cuerpo físico la memoria de regeneración dental. Restablece la integridad original de mi diseño. Que se manifieste desde el campo cuántico hacia la materia.”


La clave es alinear conciencia, emoción, intención y vibración. Cuando estos elementos se armonizan, el cuerpo y el campo energético responde con sabiduría.


Esto es una semilla… 
Quizá no sientas nada al principio.
O quizá sí. Una vibración, una sensación de hormigueo, un calor.


No te apegues al resultado. Lo importante es que el canal de comunicación está abierto.


Tu cuerpo escuchó.
Y tú también.


Puedes repetir esta práctica cada mañana, como si retomaras una amistad antigua que solo necesitaba ser recordada.


Esta idea ha sido solo un pequeño ejemplo de lo que podemos activar y puede ser replicado en los distintos órganos del cuerpo. 


Las frases que he usado pueden ser modificadas, utilizando otras palabras o pensamientos que vibren más contigo, de forma que tu, te sientas en conexión real con todo tu ser.



Simplemente ábrete a la energía de la creación....abrete a la energía del amor!!


En el siguiente artículo te contamos lo que sucede con las Amalgamas dentales en el flujo de energía.... SEGUIR LEYENDO AQUÍ


También te invitamos a leer "Diálogo con mis células". SEGUIR LEYENDO AQUÍ


(Artículo escrito por Montse y Javi de Serena tu Mente)


✨ Si este artículo ha tocado tu alma, si algo dentro de ti ha resonado en calma o en claridad… no lo guardes solo para ti.

Compártelo desde el corazón, como una semilla que puede florecer en otra alma que también esté lista para recordar.

No lo compartas por viralidad, sino por vibración.

Porque cuando algo nace desde la verdad, su eco llega justo donde debe llegar.


Gracias por ser canal. Gracias por expandir.











Publicar un comentario

0 Comentarios